Me he inventado un cuento, y aquí os lo dejo. Disfrutadlo:
El medallón del roble.
Érase una vez un roble en el fondo de un bosque de un pobre pueblo en Dinamarca. Ese árbol, no era un árbol común: se decía que en él se escondía un valiosísimo tesoro, pero nunca se había asegurado. Una familia vivía cerca de allí, en una casita en las afueras del bosque. Eran una madre y un hijo. El hijo, llamado Lucas, tenía 12 años, y tenía curiosidad de que habría en aquel árbol. Siempre había soñado con adentrarse en el bosque y descubrir si todas aquellas leyendas eran verdad.Y una preciosa noche de primavera, no pudo aguantar más, y se escapó de su casa.
Cuándo se adentró en el bosque, vió que todo estaba muy oscuro, y no había pájaros, ni tampoco conejos, sino búhos, y la resplandeciente luz de la Luna. Solo se oían los aullidos de los lobos salvajes, pero Lucas tragó saliva, y siguió adelante. Llegó a un claro del bosque y decidió descansar bajo un árbol. Pero antes de que pudiera cerrar los ojos, se fijó en que las hojas de el árbol que tenía encima, eran de roble. Lucas se levantó, respiró profundamente e inspeccionó el árbol. ¡Era tal y cómo lo describían las leyendas! Lucas se quedó mirando una extraña luz de los colores del arco iris. Se quedó asombrado ante aquel maravilloso espectáculo, pero no podía perder el tiempo, ¡tenía que buscar el medallón! Cogió una pala que había cerca del claro, y empezó a destruir la corteza del roble. Un rato después, ya lo había conseguido, había roto la corteza y se allaba delante del medallón que tanto tiempo andaba buscando.
Amaneció, y Lucas decidió volver a casa. Cuándo su madre lo vió, se contentó muchísimo, y al ver el medallón, se quedó asombrada. Lucas se dirigió al ayuntamiento, y de repente, de el medallón surgieron 7 colores, los del arco iris, y se dió cuenta de que le concedían 7 deseos. Lucas los utilizó para hacer el bien en su pueblo.
FIN.
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